Cartas de Sor María Verónica Masiá
10 de octubre de 1920, a su madre
+
J M J
[Jesús María José]
Capuchinas de Agullent 10 de Octubre [1920?]
Queridísima madre en los sagrados corazones de Jesús y María:
Me alegraré reciba la presente con buena salud. Yo como le dije, estoy bien gracias a nuestro Señor.
La presente sirve para felicitarle en el día de su santa, la seráfica madre Teresa de Jesús, el que deseo le sea muy feliz y dichoso, el Señor derrame sobre usted abundantes gracias y bendiciones celestiales y le dé a gustar sus divinas dulzuras, las que sean, como presagio de las que gozará en el Cielo.
Yo de mi parte, aunque son tan pobres mis oraciones y nunca le olvido, haré cuanto pueda por obsequiarle en su día, así como espero no me olvidará en el momento después de la santa comunión, que es el tiempo más feliz y dichoso para el alma, pedirle todo cuanto desee al Señor.
Reciba los recuerdos y felicitación de la Comunidad, en especial de la reverenda madre Abadesa y Vicaria, y de la madre Manuela y sor Asunción, y usted de nuestra parte dará los recuerdos a las tías y demás familia. Dígale a la tía Antonia que los patitos que nos dio se han hecho muy grandes y están tan bonitos que da gusto de verlos, y reciba un abrazo de esta su hija, que tanto la quiere y no le olvida ante el Sagrario.
Sor María Verónica
28 de octubre de 1934, a sus hermanos
+
Viva Jesús
Capuchinas de Agullent, 28 – 10
Queridísimos en el Señor, hermanos míos, Purificación y Bautista:
Imposible poder expresar la alegría que nos ocasionó vuestra postal. Grandísima era la pena de ver el estado de Bautista, pero en medio de todo, demos gracias a Dios, porque lo puede contar.
Muchas lágrimas hemos derramado noche y día, siempre elevando al cielo nuestras oraciones y plegarias para que le obtuviera una perfecta salud. Cuídalo mucho y cuidaos vosotras también, pues tanto tú como María Vicenta tenéis mucha necesidad, que habéis sufrido mucho, pues aún estaba presente y fresca la llaga de la muerte de vuestra bondadosa y santa madre. Sin reponeros de la pena, ocurrió la enfermedad de Bautista, Dios sea bendito. Nosotras, aunque muy distante de vuestra compañía, estamos muy juntas con nuestro pensamiento y participamos de vuestras penas y alegrías. Os repito, cuidaos mucho.
Recibid los recuerdos de la Comunidad, especialmente de la Mª Rosario, extensivos a Mª Vicenta, Consuelo y Vicentica. Un muy apretado abrazo para todos, sin olvidar a nuestra querida madre. Besos a Juanito y miles para vosotras, con el cariño que os profesa esta vuestra hermana, que nunca os olvida.
Sor María Verónica Masiá
1 de febrero de 1935, a sus hermanos
Queridísimos en el Señor Purificación y Bautista:
Las presentes letritas sirven para felicitar a Purificación, en el día de la Santísima Virgen en Purificación, el que deseo pase con mucha salud y alegría. La Virgen Santísima te conceda muchas gracias y os dé la salud completa para disfrutar del niño Juanito; cuidaos mucho y cuidad de la madre; ya le escribiremos antes de Cuaresma.
Muchos recuerdos a todos, en especial para la madre y Mª Vicenta y Consuelo. Besos al niño y miles para vosotros, con el cariño que os profesa esta vuestra hermana, que nunca os olvida ante Jesús.
Sor Mª Verónica Masiá
Julio de 1935, a su madre y hermanas
+
Viva Jesús
Capuchinas de Agullent
de Julio
Queridísima madre y hermanas en el Señor: Sirvan estas letras para decirle que recibimos la cestita junto con su cartita y los dos pedacitos de queso, el chocolate, huevos y la carne frita y las mantillas y la toquilla y todo lo demás; Dios que se lo pague todo y le dé mucha salud. Como ya queda poco arroz, hará la caridad de darnos un poco o lo que usted le parezca mejor, por si ocurre algún trastorno, y también, como hace calor, se llena de gusanos. Dios nuestro Señor se lo pagará en esta y la otra vida la caridad tan grande que nos hace.
Le mando esta cajita con dos almohadillas o sombreritos para usted, por si tiene que agradecer algún favor o servicio a alguna persona. Yo le prometí a María la de aquí Agullent, que le haría una cosa. Pero si a usted no le parece bien, y a las chicas y a usted les gustan los sombreritos, se los pueden quedar para ellas, y si usted tiene otra cosa en casa, se la da a María, o yo también puedo hacer otra cosita para cuando ella venga aquí a Agullent.
De la tela de franela que dice sor Felicidad que usted tiene para nosotras, y de la otra ropa que tenemos en casa, no envíe nada, por si ocurre alguna cosa y nos hacen salir del Convento. Cuando nos haga falta alguna cosa, ya se lo diré a usted. Por ahora no nos hace falta nada, mas que un poquito de arroz y Dios se lo pagará.
Muchos recuerdos para todos, en especial para Bautista, Purificación, sor Felicidad, Josef Ramona, María Vicenta y muchos besos a Juanito y a usted, querida madre. Reciba un fuerte abrazo, lo mismo para mis hermanas, de esta su hija que mucho las quiere y desea verlas.
Sor María Verónica Masiá
21 de abril de 1936, a su madre y hermanas
+
Capuchinas de Agullent, 21 de Abril
Mi queridísima madre y hermanas en el Señor, mucho tiempo hace que no sabemos de usted y demás familia, supongo que estarán bien de salud; y cómo lo pasan por ahí, ¿hay mucho desorden y persecución, o está tranquilo y bien? Aquí, hasta el presente lo pasamos bien y sigue todo lo mismo que antes. Y usted, ¿está mejor del dolor de las piernas? ¿le ha hecho efecto la medicina o no? Y sor Felicidad, ¿cómo lo pasa? ¿está mejor? Ya nos lo dirá. Y Josefa Ramona, ¿cómo está? Nos han dicho que está muy delgada los que la han visto. Y también nos dirá si sabe alguna cosa de su Convento y si han podido sacar las cosas de cada una, o está todo dentro del Convento. Pobrecitas, qué lástima nos da el pensarlo. Dios lo ha permitido y no sabemos lo que nos tocará a nosotras, cúmplase en todo su voluntad y que le demos gusto en todas partes.
Como todo está tan mal que da miedo salir de casa, veremos si el hermano Pedro quiere ir, y se llevaría lo que tenemos preparado. En la semana santa quería ir y como no se encontraba bien lo dejó estar, y también hacía mal tiempo.
Antes de concluir de escribir esta, hemos tenido el gusto de recibir su tarjeta postal, en la que nos hemos alegrado mucho de saber de usted y de todas mis hermanas, que gracias a Dios siguen mejor. Y Juanito, ¿está bien del todo? Yo le guardo muchas cosas para él, cuando pueda se las mandaré.
El hermano Pedro fue a Valencia una o dos veces, y como cuesta menos, tomó el billete de ida y vuelta, y por eso no entró a verles. Si esta semana que viene no va, haga la caridad de mandarnos un saquito de arroz de 50 kilos, no más, porque el tiempo en que estamos no conviene tener más, por lo que pueda ocurrir. Y también cuando él vaya nos envía una toquita para el cuello y la mantilla que nos daba Mª Vicenta cuando vino aquí con usted el verano pasado. Porque si nos mandan salir, con eso ya tenemos arreglo para las dos. No envíe otra mantilla más que esa que le he dicho, que ella sirve para lo que nosotras queremos hacer. Por ahora no nos hace falta otra cosa.
Dios se lo pague todo, usted no padezca y cuídese mucho, que si necesitamos alguna cosa más ya se lo diremos. No les hemos escrito más pronto porque esperábamos a ver si venía alguna de las familias que viven en Algemesí de este pueblo, para ver si podíamos saber de usted y demás familia y darles esta carta. El hermano Pedro no irá porque está muy mal todo y tiene miedo.
Usted espérese a que pase el día primero de Mayo, que se espera un trastorno grande. Si se pone peor, no envíe lo que le pido, que todo sobrará. Y si no pasa nada, nos envía el saquito de arroz de 50 kilos, como le he dicho antes, y nada más. Con María le envío la cestita y una caja. Sor Felicidad, que conoce las cosas, que recoja lo que quiera, y allí encontrará sus tijeras pequeñas; lo demás, para Juanito y el joyero es para Purificación. Lo demás haga usted lo que quiera. Si nos salimos del Convento a la casa que tenemos que ir, nos traerán las cosas de nosotras, porque ahora da miedo que se lo lleven por los caminos. Si nos escriben, para que no se pierdan las cartas, pongan dos sobres, uno como siempre y en el otro de fuera “Doña Vicenta Belda, Calle Nueva, número 8, Agullent”, que la señora ya lo sabe y nos las dará.
22 de junio de 1936, a su madre y hermanos
+
Viva Jesús
Capuchinas de Agullent, a 22 de Junio
Mi queridísima madre y hermanos en el Señor:
Deseo que la presente les halle con buena salud. Yo bien, gracias a Dios. Aquí, hasta el presente sigue con paz y tranquilidad, como supongo la tendrán allí.
Recibí sus dos cartitas y me alegré mucho de saber están bien de salud, y en especial sor Felicidad, en tanto que yo me acuerdo de ella, que siempre me ayudaba en las faenas de la oficina y lo hacía todo tan bien. Yo siempre la tengo presente, lo mismo que a usted, querida madre, y la demás familia, para que el Señor les dé mucha salud y cuantas gracias necesiten. Sor Felicidad, ahora que la tiene en su compañía, ella se lo hará todo y la cuidará y le acompañará, para que usted vaya mejor y no vaya sola, en especial cuando salga de casa.
La presente sirve también para felicitar a Bautista y Juanito en el día de su santo, que deseo lo pasen con mucha salud. El Señor les conceda un venturoso día lleno de gracias, y que por muchos años lo celebren con alegría en compañía de la madre y hermanas y demás familia. Yo siempre les tengo presentes en mis pobres oraciones, pero en especial lo haré en su día, pidiendo al Señor les bendiga y conceda cuantas gracias necesiten. Les felicito de parte de las madres y Comunidad.
Muchos recuerdos para toda la familia, en especial para Bautista y Purificación, sor Felicidad, Josefa Ramona, María Vicenta y a Juanito muchos besos, y el papá y el hijo que pasen el día con mucha alegría. Y usted madre, y hermanas, reciban un fuerte abrazo de esta su hija.
Sor María Verónica Masiá
[Posdata en la parte superior de la carta:] Cuando se vaya la madre de María, la de aquí, ya veremos si podemos escribirle otra vez
24 de agosto de 1936, a su madre y hermanos
+
Viva Jesús
Capuchinas de Agullent 24 de Agosto
Queridísima madre y hermanos en el Divino Corazón de Jesús:
Desde que se fue de este nuestro Convento ya no sabemos nada de usted, ni de casa, a ver si sor Felicidad está mejor y cómo lo pasan. De Serafín ya hemos recibido dos, y sabemos que está bien de salud y hemos puesto por obra los encargos que nos hacía. El armónium más grande está en casa de la tía Ana María, que es la señora de más confianza que tenemos, y también hemos sacado los dos colchones, y nos acostamos con el jergón que nos hemos arreglado las dos y así vamos sacando con disimulo, que no se aperciba el Pueblo, todas las cosas de más valor y no nos hace tanta falta. Somos entre todas 27 y lo pasamos bastante bien, solamente que no estamos tranquilas de pensar el trajín que nos espera de volver a salir, si Dios no lo arregla por un milagro. Si tienen ocasión que viene alguna persona de confianza, mándeme la llavecita del reloj, que me dejé en una cajita en el cajón de la mesita, sor Felicidad ya la encontrará, que ella la conoce.
Muchos recuerdos a toda la familia, en especial a la madre y hermanas de Bautista, a Purificación y sor Felicidad y Juan Bautista y todos, que mucho me acuerdo, y para usted, un fuerte abrazo de esta su hija, que mucho les quiere.
Sor Mª Verónica Masiá
[posdata]
tengan la bondad de mandar esta a Serafín
Incompleta, sin fecha
si escriben tarjeta la envían aquí al Convento, como siempre. De la toquita y mantilla que le he dicho, no padezca, ya lo mandaría cuando tenga ocasión, que ahora hace calor y no hace la mayor falta. Y si tuviéramos que salir, tenemos el velo de comulgar, que parece mantilla.
Muchos recuerdos de la Madre y comunidad y de mi parte para Bautista, Purificación, Josefa Ramona, Felicidad, María Vicenta, y muchos besos a Juanito. Cuídense mucho todas y cuidad de la madre y reciban un abrazo de esta su hija y hermana que mucho les quiere.
Sor María Verónica Masiá
Si le escriben a Serafín, pónganle esta dirección, que él nos ha enviado dos sobres, uno como siempre con su nombre y el otro de fuera:
“S. D. Pedro Garra apartado Nº 2 Totana”