María Teresa y sus hijas Mártires
De Fray Serafín, año 1936 septiembre

De Fray Serafín, año 1936 septiembre

7 de septiembre de 1936, a su madre

Para Algemesí, Calle Montaña 68

Sra. Dña. Teresa Ferragud

Mi querida madre: 

Recibí la suya del 1 del corriente y no contesté porque supuse que se cruzaría con la mía del 31 del pasado. 

Nada sé de ese señor a quien escribió Francisco Blasco; pero si conocen a alguien, puede mandar su nombre, aunque es fácil que no sigan en esta ciudad. 

Supongo que seguirán todos bien, lo mismo usted que todas mis hermanas, y que me tendrán presente todos los días, y comunicarán las novedades que puedan ocurrir, pues me gustaría estar al corriente del estado de salud de toda la familia. Yo sigo bien y aquí la vida sigue igual, ya le escribiré periódicamente cada diez o doce días, o antes si hay facilidad o necesidad. Pregunté la última vez por Bautista y el pequeño, y espero que en la suya próxima me contesten a mi pregunta. 

Yo no tengo nada más que añadir sino que tengan calma y tranquilidad y no dejen de poner su confianza en quien deben, que con el tiempo todo irá pasando. A no desmayar pues y a ser cada día más constantes. 

Si acaso el señor Blasco tuvo contestación, espero que me lo digan, lo mismo que si saben alguna cosa más. 

Reciba mis recuerdos, para toda la familia, y usted que se conserve bien. 

Supongo que esta carta llegará después del día de la gran fiesta de ese pueblo; pero aunque llegue tarde, supongo que no se olvidarán de hacer en ese día algo especial por mí. 

Se despide su hijo, que no la olvida.

Vicente Masiá Murcia, 7 septiembre 1936

María Teresa y sus Hijas Mártires - Parroquia San Pio X de Algemesí Valencia - cartas separador

12 de septiembre de 1936, a su madre y hermanas

Murcia, 12 de septiembre de 1936

Mi querida madre y hermanas: 

Recibí la suya del día 8, y supongo que estará en su poder la mía del día 7. Yo sigo bien de salud y deseo que ustedes sigan lo mismo. A su pregunta he de decir que todo es abierto. Creo que por todas partes seguirá la vida lo mismo. Si leen el periódico podrán conocer lo de aquí, lo mismo que lo de ahí. Lo que me interesa mucho es tener fortaleza, y por ello les decía en mi anterior que no me olvidasen ningún día. Yo hago lo mismo, y confío mucho en sus instancias. No confíen en nada, pues nada sabemos: sino únicamente en la Providencia. Puede, si quiere, mandar algún sello como lo hizo la última vez, o alguna postal, lo que quiera. Así habrá más facilidad de comunicación. No creo necesario le hable de los importantes asuntos del día. Usted lo puede saber mejor que yo, y siempre serán mucho más de lo que en el retiro de su casa supone. Tenga mucho ánimo y esté dispuesta a todo, pues teniendo acopio de ánimo, nada le vendrá de nuevo, por grave que sea. Si algo en la familia ocurre, podrá siempre decirme algo, sin que sea preciso muchas palabras.

Escribo esto en el día 12, que es muy señalado, y he instado mucho, lo mismo que mis compañeros, para que no se nos olvide. En casa no sean menos, pues. 

Aunque ahora no es lo que más interesa, le pregunto si hubo cosecha de arroz, ya que siempre ofrece tantas dificultades. No sería nada nuevo que también las hubiese ahora. Fuera de las cartas comprenderá que nada recibo. De aquí el que le haga esta pregunta; pues ni de mis antiguos amigos sé el paradero, no obstante, la gran amistad.

De nuevo insisto en lo que quiero y usted sabe. Sé que es lo único eficaz, y por ello se lo pido.

No dejen de leer algún periódico, y sabrán ćomo va la situación.

Salude a Bautista y a todas mis hermanas, a quienes intereso sus ruegos, y usted sabe que no le olvida su hijo, que mucho la quiere.

Vicente Masiá

Si mis cartas pierden alguna fecha, es debido a requisitos del establecimiento

María Teresa y sus Hijas Mártires - Parroquia San Pio X de Algemesí Valencia - cartas separador

16 de septiembre de 1936, a su madre

Sra. Dña. Teresa Ferragud

Mi querida madre: 

He recibido la suya del 12 y quedo enterado de cuanto me dice. No he recibido todavía visita de nadie y convénzase de que eso es bastante difícil. No quiero que manden a nadie, sería todo inútil, y solo traería gastos. Tengamos paciencia y acomodémonos a todo. Supongo que estarán preparados para esa visita que recibió Bautista y que será cariñosa. Ello me indica las relaciones en que actualmente se encuentran. Como no recibieron la mía del 12 al escribir la suya, no han podido contestar a lo que decía. La tardanza será debida a algunos movimientos que hubo en el establecimiento. Ya me dirán en la otra algún detalle de esos parientes que tienen alguna contrariedad, pues también tengo interés por ellos.

Creo que el marido de la Sra. Muñoz debe ser un individuo que vi en Agullent; pero como no sé su nombre ni apenas recuerdo el carácter, no sé si lo podré reconocer. Además, las comunicaciones con el exterior se realizan a alguna distancia, y son muy breves; todo es motivo para dificultar la buena y pronta inteligencia.

Deseo que todos mejoren de salud, el pequeño y mi hermana, y hemos de estar muy animados. 

El escribir a lápiz es por comodidad, pues como son tantos y no tenemos plumas, hemos de emplear lo que se pueda, puesto que las que llevábamos quedaron fuera, lo mismo que todo el equipaje. Así, empleamos pluma cuando podemos lograr alguna.

No creo que tenga nada más que añadir, sino que continuemos en nuestras peticiones, para que en todo momento no nos falte protección. Cuanto más preparados nos hallemos, menos sentiremos los posibles cambios que se verifiquen.

Muchos recuerdos a toda la familia. Traten de tener paz y confianza. Usted ya sabe que no le olvida su hijo.

Vicente Masiá

Murcia 16 septiembre 1936

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21 de septiembre de 1936, a su madre

Sra. Dña. Teresa Ferragud

Mi querida madre: 

Acabo de recibir la suya de fecha 19 por la que veo que sigue toda la familia bien. 

Ayer sábado, vino a verme el hijo de Dña. María Muñoz. Me dijo si necesitaba algo, y si me encontraba bien. También me enseñó la carta del Sr. Blasco. A mí se me olvidó preguntar dónde vivía, por si al salir de aquí le necesitase. Según dijo, le escribirá su madre dándole noticias de mi.

No sé si ahora se puede viajar lo mismo que antes; pero caso que sea así, ya me dirá si es oportuno. Nada sé que me impulsase a preguntar, pero ya comprenderá que la esperanza nunca se pierde. 

Si contesta el Sr. Blasco agradeciendo la visita, le indica que, caso de salir, me faciliten algún dinero, ya que como supondrán no tenemos nada, y que tenga la bondad de acompañarme por aquí.

Me hago cargo de que no entenderán todo lo que leen en el periódico, pero es la única manera de saber algo. Yo como no veo ninguno, no puedo orientarle en nada. 

Yo no pierdo la confianza en Dios, y espero que como hasta ahora, seguirá ayudándome. De todos modos, me resigno a lo que me convenga y sólo Él conoce. Sigan pues con sus oraciones, que yo tampoco me olvido de usted. 

Me alegro de que el pequeño y Josefa se encuentren mejor. Yo sigo lo mismo, bien de salud y por lo demás no me falta el ánimo.

Nada más tengo que añadir por ahora, pues cuanto pueda decir, usted ya lo sabe.

Así que hasta la suya, consérvese bien, y sepa que no le olvida su hijo.

Vicente Masiá

Murcia, 21 septiembre 1936

He recibido los sellos y la postal. Los sobres no me hacen falta.

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24 de septiembre de 1936, a su madre

Sra. Dña. Teresa Ferragud

Mi querida madre: 

Supongo recibirá la mía del 21, y en esta le digo como siempre que tengamos paciencia y no cesemos de pedir a Dios la fortaleza necesaria. De lo que le dije en mi anterior, haga buenamente lo que le parezca, pues no sabemos qué es lo mejor, y además, hemos de estar siempre prevenidos para cualquier cosa, aun el mayor mal, ya que nuestra vida está en la mano de Dios. 

Seamos todos constantes en amoldarnos a su voluntad y no cesemos en nuestra demanda, para que todo sea meritorio. 

Nada me dijo en la anterior de mis otras hermanas, y aunque creo seguirán bien, tendría gusto en saberlo. Supongo seguirán las ocupaciones de la casa y no habrán sufrido novedad. Lo mismo digo del pequeño y Bautista. Dígale a éste que saque la ropa de la caja de madera, pues como es lana y está dos o tres años, puede estropearse. A mí se me olvidó indicarlo antes, y ahora que me acuerdo se lo digo. Yo sigo lo mismo, y pensando en asegurar la verdadera vida. 

Me alegraré que los tíos y familia sigan sin novedad, también de María Vicenta. 

Me alegro, como es natural, saber por la suya que se aúnan conmigo en pedir la necesaria fortaleza y que día y noche me recuerdan, ya que a mi me ocurre lo mismo. 

De lo que le dije del muchacho en la otra, no le dé mucha esperanza. Procure en todo caso aconsejarse bien, y obre con mucha calma. 

Hoy es día veinticuatro, la Merced. Ánimo, y Dios proveerá. 

Que sigan todos bien y usted sabe no le olvida su hijo. 

Vicente

Murcia 24 septiembre 1936

Escribo en lápiz porque lo hago en el patio. No necesito nada, únicamente oraciones.