María Teresa y sus hijas Mártires
De Fray Serafín, año 1931

De Fray Serafín, año 1931

Octubre de 1931, a su madre

Mi querida madre:

Como le dije, llegué el sábado a las once y media,  el viaje fue bueno, en cuanto cabe. Los dulces también llegaron muy bien, y les gustó mucho, sobre todo la tortada que estaba muy rica; dígaselo a María Vicenta y Angelina, y deles las gracias.

Esta carta, como ve, la mando a la calle de Valencia, porque no sé el número de la otra casa, pues se me olvidó de mirarlo cuando me vine.

Le deseo, como siempre, un feliz día de su santo, y en ese día le aplicaré la misa para que Dios le conceda muchas gracias.

Con la abundancia de comida que tenía ahí, me resultan ahora muy justitas las que aquí me dan, esos son los perjuicios de atragantarse demasiado.

El P. Daniel le saluda y agradece mucho unos puritos que le di. Espero que se cure pronto de la cojera, y que no vaya dando saltitos por la calle, pues eso está muy feo.

Aquí ha llovido mucho, lo que es muy raro, y están muy contentos porque podrán sembrar. A los niños que tenemos aquí los pilló el agua en el paseo, y muchos de ellos vinieron hechos una sopa, pero con tal de no estudiar, ellos muy conforme.

Espero me escriba cuando vuelvan Bautista y Purificación, y que me digan si la tía está conforme;  también deseo saber su estado de salud.

Recuerdos a María Vicenta, Angelina y la mamá, y usted ya sabe, no le olvida su hijo.

Serafín

María Teresa y sus Hijas Mártires - Parroquia San Pio X de Algemesí Valencia - cartas separador

22 de octubre de 1931, a su madre

Mi querida madre: 

Le mando la ropa, y espero que a la semana que viene me mande la otra. En casa Bautista tengo una o dos camisas en el cajón de la cómoda. También me ha de poner un cuello negro, que por olvido no traje ninguno. La corbata que le mando la lava con aguarrás, para que se le quiten los redondeles que tiene pintados.

Dentro de la ropa me ponen un libro que tengo en casa Bautista, al entrar de la habitación, sobre la cómoda, se llama “Curs and Mathematics”, encuadernado en negro, el segundo tomo.

Si arreglan alguna camisa, procure que el cuello esté en el centro, pues me salen muy torcidos.

Supongo que recibiría la carta del día de su santo, y el recibo de las láminas.

Que se conserven bien y ya sabe no la olvida su hijo:

Serafín

María Teresa y sus Hijas Mártires - Parroquia San Pio X de Algemesí Valencia - cartas separador

1931, a su madre

Mi querida madre: 

Cuando me mande la ropa, me pone todos los cuellos blancos que tiene ahí de Agullent, y la camisa blanca y una de color que tengo en el cajón de la otra casa. Y no se olvide del cuello negro.  

Por aquí va la cosa regular, aunque no tan bien como por ahí.

También no se olvide del libro que le indiqué. Bueno, que se conserve bien. Estas camisas que me arreglaron, todas necesitan retoque.

Nada más.

Serafín