«Hijas mías no temáis, esto es un momento y el cielo es para siempre.»
Maria Teresa Ferragud Roig nació el 14 de enero de 1853, en la ciudad de Algemesí (Valencia). Le faltaban menos de dos meses para cumplir los 20 años, cuando Maria Teresa se casó con Vicente Silverio, el 23 de noviembre de 1872. De este matrimonio nacieron 9 hijos: La hija mayor, María Teresa, monja de clausura, murió antes de la guerra; las dos siguientes murieron siendo infantes; las 4 siguientes fueron monjas de clausura, 3 en Agullent (Maria Jesús, Verónica y Felicidad), y una en Benigánim (Josefa); una se casó, Purificación; y el único varón, fue fraile Capuchino, fray Serafín.
Quedó viuda en 1916. En 1936, después de ser obligadas a salir de sus conventos, las 4 hijas de esta familia hallaron cobijo en el hogar materno, desde donde fueron apresadas, juntamente con su madre, que quiso acompañarlas voluntariamente en todo momento, hasta el momento final de su martirio, animándolas y exhortándolas a ser fieles a su Esposo. Murió la última, presenciando el martirio de sus hijas con admirable entereza.
Papa Pío XII«Era más que la madre de los Macabeos.»
S. Juan Pablo II«¿Cómo no conmovernos profundamente al escuchar los relatos de su martirio?»
En la parroquia San Pio X de Algemesí (Valencia), están enterradas unas beatas mártires de la persecución religiosa de 1936, una madre -Maria Teresa Ferragud Roig- y sus cuatro hijas, monjas de clausura. Cuando las llevaron a matar, la madre pidió ser ejecutada la última, para poder consolar y alentar a sus hijas hasta el final.
ORACIÓN
Oh Dios,
gloria y corona de los mártires,
que concediste a la Beata María Teresa Ferragud Roig
asemejarse a tu Hijo en una muerte como la suya,
después de haber animado a sus hijas
a ser fieles a su Esposo hasta el final, presenciando su martirio;
te pedimos alcanzar por su intercesión,
y la de sus cuatro hijas religiosas mártires
-Josefa, Maria Jesús, Verónica y Felicidad-,
las gracias que ahora te suplicamos.
Por Jesucristo Nuestro Señor.
Amén
Padre nuestro, Ave María y Gloria.
María, reina de los mártires, ruega por nosotros.
(con las debidas licencias)
Venid a la fuente
Queridos hermanos, peregrinos, amigos y curiosos que, a través de estos medios, deseáis adentraros en el conocimiento de unas mujeres y unos acontecimientos dignos de santidad. Sed bienvenidos. Mi nombre es Óscar Benavent. Soy el párroco de la parroquia San Pío X de Algemesí y deseo abriros las puertas de este lugar que refresca, anima, consuela y confirma en la fe.
Tertuliano dijo que la sangre de los mártires es semilla de cristianos y en una parroquia de Algemesí, un pueblo de la diócesis de Valencia, descansan los cuerpos fecundos de unas mujeres heroicas y llenas de fe que en la debilidad humana entregaron su vida por amor a Cristo. Una madre anciana que junto a sus cuatro hijas contemplativas fueron animadas a renegar de la fe católica y, ante la tranquila pero rotunda negativa de estas, fueron fusiladas porque prefirieron morir que vivir como si Dios no existiera. El amor que Dios nos tiene es tan grande que, siendo nosotros tan frágiles, tan pecadores y tremendamente vulnerables, nos transforma en testigos y héroes.
Quiero invitaros a venir a la fuente donde todo esto sucedió. Quiero animaros a que tal y como estéis y viváis la fe os pongáis delante de María Teresa y sus hijas. Y así, su santidad despertará la vuestra, su fecundidad hará brotar en vosotros el deseo de Dios y la contemplación de lo que Cristo fue capaz de hacer con ellas os llenará de esperanza porque solo Él tiene el poder para hacer, también eso, con vosotros.
Si habéis sido llamados a la vida de fe y dudáis, bebed de la misma fuente que estas mujeres. Ellas derramaron su sangre y entregaron sus vidas como Cristo para que se confirme en vuestro corazón que sois amados, salvados, llamados y enviados.
Y, cuando esta peregrinación concluya, sentaos, escrutad y rezad este fragmento de san Pedro.
“Por eso, hermanos, poned cada vez más ahínco en ir ratificando vuestro llamamiento y elección. Si lo hacéis así, no fallaréis nunca; y os abrirán de par en par las puertas del reino eterno de nuestro Señor y Salvador Jesucristo.” 2Pe 1, 10-11.
Tanto la parroquia de San Pío X de Algemesí como yo os esperamos.
Óscar Benavent Calatayud, párroco
El Papa Benedicto XVI propuso a esta madre y a sus hijas como modelo de familia cristiana para el VI Encuentro Mundial de las Familias en Méjico, en el 2008.